viernes, 27 de febrero de 2009

" Leelas y llora " cap.8


“Apártate Emmett o decidiré que se saque los pantalones también y ahí estarás en problemas por que no creo que ni un vampiro con tu fuerza pueda apartarme de el...” lancé mientras me acomodaba en la cama sobre mis rodillas, retándole a tentarme. Edward se veía atemorizado de que Emmett dijera algo estúpido que le hiciera perder sus pantalones.

Dándose cuenta de su enfermiza reacción, Emmett se dejó caer al suelo y comenzó a mecerse. “No voy a conseguirlo...esto es imposible...quizás deba buscar una cueva hasta entonces…” nunca había visto a Emmett viéndose tan patético en todo el tiempo que le conocía.

Edward camino hacia él “Vamos Emmett, puedes hacerlo...ya has estado antes lejos de Rosalie y sobreviviste. ¿Por qué esta vez es diferente? Vamos Bella, necesitamos decidir que hacer para mantener a Emmett ocupado, y ya que ese es tu campo…”

Pensé por unos minutos, y luego una brillante idea vino a mí, pero tuve que cambiar mi mente rápidamente antes de que Alice supiera lo que planeaba. Miré a Edward y a Emmett. “¿Confían en mi?” mi sonrisa debió de asustarles, ya que ambos me miraron por un buen tiempo antes de asentir con sus cabezas.

Corrí hacia el armario de Edward y tomé una pila de ropa. “Edward ponte toda la ropa que puedas, pero se sutil, Alice no puede notarlo. Usa tres pares de medias, dos camisetas bajo la remera, shorts debajo del pantalón…esa clase de cosas ¿Ok?” la comisura de su labio se estiró en una sonrisa, aunque no podía leer mi mente, podía ver a que nos dirigíamos, y estaba feliz.

“Emmett, haz lo mismo…recuerda, se sutil, no queremos que cierta persona sepa que es lo que nos traemos entre manos…” Emmett lentamente se levantó del suelo y sonrió. Si había algo que Emmett amaba, era una buena trampa. “Nos veremos abajo en un rato.”

Corrí dentro del baño y tomé tantas ropas como pude encontrar. Había tomado unas cuantas medias de Edward. Con mis capas de ropa puestas, tome un pulóver y me lo puse encima. Edward se veía casi igual, excepto que él escogió prendas mas sueltas para esconder las capas de ropa.

Tomé su mano “Vas a tener que confiar en mi¿Ok? Solo sigue la corriente, Sabes quien es el blanco¿Verdad? De seguro puedes sentirlo...solo usa tu poder cuando veas la oportunidad. No dispares hasta que les veas al filo.” Dije con un guiño.

El se inclinó y me dio un beso “Lo que digas, Bella, hoy estas a cargo.” Cuando su gélido aliento golpeó mi rostro, mis rodillas comenzaron a temblar, pero rápidamente sacudí la neblina.

“No podemos hacer esto ahora Edward, piensa en el pobre de Emmett. No quiero verle explotar.” Apreté su mano y él se río, llevándome escaleras abajo.

“¿Dónde esta Alice?” Susurré a Edward.

“Ella y Jasper están ocupados por el momento.” Sonrió Edward “Aparentemente decidieron esconderse en el armario del ático, pero como nadie fue a por ellos, se aburrieron…y ahora no están mas aburridos.” Junté mis manos, esto podía llegar a funcionar.

“¿Sabes donde Esme tiene escondida a Rosalie?” Edward asintió con su cabeza. “Bien, ve a decirles como deben vestirse y estén listas para bajar en unos minutos. ¡Apúrate!” Edward corrió escaleras arriba, mientras que yo iba hacia el despacho de Carlisle y cerraba la puerta detrás de mí.

“¿Qué puedo hacer por ti, Bella?” Carlisle preguntó desde detrás de su escritorio. Mi rostro se ruborizó como nunca. Estaba nerviosa por si se opondría a mi plan, pero tenia que intentarlo.

“He Carlisle, entonces, um...necesito pedirte un favor.” Dije mirando a mis pies nerviosamente.

“Entonces pregunta.” Podía escuchar una sonrisa en su voz. Alcé mis ojos y respiré profundamente.

“Jasper esta abusando de sus privilegios de la tarea y nos esta haciendo a todos miserables, especialmente al pobre de Emmett. Así que estaba esperando que te unieras para un pequeño juego para poder vengarnos un poco de Jasper.” Me las arreglé para terminar con todo el discurso en una bocanada de aire. Cuando se me acabo, espere pacientemente su respuesta.

Vi sus ojos brillar mientras que una sonrisa aparecía en su rostro. “Cuenta conmigo. ¿Que hago?”

Rápidamente le dije que se pusiera unas prendas de más y que se uniera al resto de la familia en la sala. Cuando terminé con la explicación, se levantó de su silla y me abrazó. “Realmente fuiste echa para Edward¿Verdad? Esta familia fue bendecida el día que apareciste en nuestras vidas. Otro genio maléfico para agregar al grupo.” Dijo riéndose y fue en busca de Emmett para prepararse para la diversión.

Corrí hacia la sala familiar y encontré a Edward, Emmett y Rosalie sentados en el sofá. Rose estaba acariciando la espalda de Emmett suavemente mientras que él la miraba cariñosamente. Edward abrió sus brazos y yo me senté feliz en su regazo. “entonces ¿Aun siguen ocupados?” pregunté casualmente.

Edward se extrañó“Si, aun siguen ocupados.”

“¿Cuan ocupados?” pregunté.

“Demasiado” dijo Edward temblando.

“Perfecto.” Dije guiñándole un ojo a Edward. Su rostro rompió en una risa cuando Esme y Carlisle se unieron.

“Aca vamos…” Dije mirando a Rosalie. “Rose¿Te gustaría ir de compras?” 3, 2, 1…

“NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO” un terrible grito se escuchó desde el ático. Hubo un golpe y una nube negra bajo por las escaleras y bloqueó nuestra salida. Alice estaba en la puerta, con sus brazos extendidos a sus lados. Parecía lista para golpear a cualquiera de nosotros si nos atrevíamos a avanzar hacia la puerta.

Su cabello estaba completamente despeinado, pero lo que nos hizo reír a todos fue que su camisa estaba al revés, solo tenía una pierna puesta en sus jeans y estaba descalza. Jasper apareció corriendo por las escaleras a los pocos segundos y no se veía nada mejor. Su camisa estaba completamente abierta y estaba en bóxer.

“¡Nadie sale de esta casa para comprar!” gruñó Alice en mi dirección. En ese segundo era el vampiro que mas miedo me había dado jamás.

Carlisle se puso de pie y caminó hacia Alice. Sentí a Jasper enviar una ola de calma por la sala. “Alice, Bella y Rosalie solo estaban bromeando, no van a ir a ningún lado. Vamos, aléjate de la puerta y arréglate el pantalón…” dijo moviendo su dedo hacia su pierna expuesta.

Alice dio un pequeño gritito y metió su pierna dentro del jean en un abrir y cerrar de ojos. “Lo siento, sobre actué.” Murmuró Alice cuando se nos unió en el sofá. Golpeé gentilmente su espalda.

“Se que estas pasando por un momento difícil, Alice, pero míralo de esta forma, solo quedan unas 22 horas.” De alguna manera no se sintió reconfortada con mis palabras.

“Podemos hacer algo, por favor…necesito distracción o voy a mirar el reloj por el resto de la noche.” Dijo Emmett lanzando su cabeza entre sus manos.

Antes de que Jasper pudiera escabullirse a vestirse, grite “¡Strip poker con las reglas de la casa!”

Edward me había dicho una vez que las reglas de la casa daban ventaja al que la pedía. Básicamente si alguien pedía stripo poker con las reglas de la casa, todos en la habitación debían jugar con lo que tenían puesto y no podían irse de la habitación para ponerse prendas adicionales. Jugabas con lo que tenias puesto.

Jasper se enfadó, demasiado ya que estaba semidesnudo. “Bella, no voy a jugar strip poker... ¡Casi no llevo nada! Eso no es justo...”

Fue Esme quien habló y puso fin a la discusión que estaba por empezar. “Jasper, es justo. ¿Quién tubo la idea de la ridiculez de ‘Reglas de la casa’?” sus ojos fueron inmediatamente hacia los de Alice.

“Eso no es mi culpa, lo hice por que siempre que quería jugar, Edward se ponía toneladas de ropa como si fuera a una expedición al polo norte.” Se defendió Alice.

Esme levantó sus manos y todos dejaron de hablar. “El juego ha sido llamado, todos vamos a jugar y las tareas siguen su curso. Emmett, creo que debes sentarte lejos de Rosalie, esto quizás sea demasiado. Bella, tú aun seguirás decidiendo por Edward, así que decides que cartas se queda y cuales descarta. Oh, también debes decidir que ropa se saca... ¿Esta todo, verdad¡Que empiece el juego!”

Los chicos movieron los sofás y la mesa de café para que pudiera quedar un espacio abierto en el medio del suelo para sentarnos. Me senté a un lado de Edward para poder tomar sus decisiones. Esme se sentó entre Rosalie y Emmett para que este último se comportara. Carlisle se sentó al otro lado de Emmett solo por si las dudad. Alice y Jasper aun seguían murmurando sobre lo injusto que era el juego.

Las primeras manos las jugamos bien. Una pila de medias y sweater comenzaba a formarse en el suelo. Jasper jugaba cuidadosamente, casi sin quedarse con todas ya que no tenía mucha ropa por perder. Era hora de empezar con la fase ‘real’ del juego, así que gentilmente toque la pierna de Edward y la apreté suavemente. El me miró y sonrió, dándome a entender de qué había entendido que el plan estaba comenzando. Era hora de que Edward y yo nos metiéramos en la batalla.

Edward comenzó a reírse solo. Todos los Cullen le miraban ahora, él nunca se reía de la nada, creo que estaban preocupados por su salud mental. “Edward querido¿Que es tan gracioso?” pregunto Esme dulcemente, sin querer enfurecerlo si estaba teniendo algún tipo de colapso.

“Disculpen, Emmett acaba de salir con una graciosa imagen en su cabeza.” Dijo Edward mientras trataba de controlarse. Emmett debió de preguntarle algo rápidamente ya que vi una mirada entre ellos y ahora Emmett se reía.

“Solo estaba tratando de distraerte un poco, Edward, no tiene nada de malo intentarlo.” Emmett se volteó hacia un confuso Jasper y dijo “Gatubela” y entonces los dos me miraron. Sentí mi rostro volverse en tres tonos diferentes de rojo cuando Jasper se unió a las risas.

Rose podía ver lo que sucedía y decidió echar leña al fuego. “¿Qué sucede con Gatubela, Emmett?” su voz sonaba molesta cuando le preguntó.

“Oh, nada Rose, solo algo que le ofrecí a Edward en nuestra sesión de hoy.” Eso hizo que todos los chicos, excepto Carlisle, volvieran a romper en risas. Todos los ojos estaban sobre mí. Rose juntó las cosas y gritó “¡¿Le ofreciste prestarle mi disfraz de gatubela para ella¡No durara ni dos segundos sola en esas botas!”

Emmett se dobló de la risa “Lo se, eso fue lo que hizo que Edward se riera…me la imagine cayéndose…”

Giré mi rostro hacia el de Edward “¿Encuentras eso divertido, Edward¿Te divierte verme caer? Que bueno que pude ser el chiste de sus sesión hoy.” Traté de enfadarme lo mas que pude, para que Jasper lo creyera. Obviamente que el no sabia que yo estaba pensando cuan furiosa me puse cuando hizo que Rosalie me besara antes…

“Bella, no quise...es que fue...gracioso...bueno, no gracioso…inesperado…” dijo Edward tratando de zafarse del problema.

“Alice, reparte las cartas, tenemos un juego que jugar.” Dije mientras continuaba mirando a Edward. Podía sentir la alegría de Jasper creciendo.

En las próximas manos tiré cualquier carta que Edward tuviera en manos y fuera mayor a diez. Descarto un par de aces, tres reyes y una posible escalera. Cuando Edward ‘decidio’ quedarse con una carta alta y perdió, le hice quitarse los pantalones, con lo cual me gane una mirada de advertencia de su arte. Todo por el plan…todo por el plan…pensé con una sonrisa en mi rostro.

Mientras Jasper continuaba disfrutando de la miseria de Edward, el jugaba sus cartas con mucho cuidado, nuevamente, temiendo perder su camisa o su bóxer.

Teníamos que lograr que Jasper se volviera un poco arrogante, así que decidí comenzar a jugar mi mano con Emmett, quien la aceptó y dobló la apuesta, ofreciendo dos ítems de ropa si perdía. Pronto, Rose y Carlisle aceptaron la apuesta, cada uno diciendo que tenia la mejor mano. La habitación se lleno de seguridad y arrogancia, haciendo que Jasper finalmente aceptara la apuesta. El pescado había mordido el anzuelo, era hora de tirar de la línea. Lo que Jasper no sabía, era que yo tenía una increíble mano, casi imposible de vencer.

Emmett bajó una mano de reinas, eso fue inmediatamente vencido por los tres seis de Rosalie. Carlisle bajo orgullosamente tres nueves, hasta que Jasper comenzó a sonreír. “¿Te sientes seguro, Jasper?” pregunté. Estaba soltando tanta confianza como podía, y asumí que los demás estaban haciendo lo mismo. Si Jasper perdía se quedaba totalmente desnudo. Si yo perdía, aun tenia cinco prendas mas que me cubrían antes de mostrar algo de piel. Ese simple pensamiento me dio más confianza que nada.

“Si, Bella, Realmente tengo una buena mano. ¿Tu como te sientes?” preguntó.

“Dímelo tu, Jasper...” él me miró a los ojos y murmuró “HHHMMMMMMMMM demasiado segura¿Verdad Bella?”

“Sip, muy segura.” Mi sonrisa aumentó cuando le respondí. Edward se inclinó y miró mis cartas. “¿Estas segura de que entras, Bella? Jasper no ha perdido ni una jugada hoy, probablemente tiene algo bueno.” Me susurró, pero los dos sabíamos que todos en la sala escuchaban con atención.

“¡Entro, definitivamente puedo vencer a Jasper!” dije mas arrogante que antes. Estaba segura de que Edward trataba de sentirse nervioso, para que Jasper siguiera nuestro plan.

Alice comenzó a tratar de ver que ocurría, pero yo seguía cambiando mi decisión sobre la fuerza de mi mano. Ella sabia que algo ocurría, viendo a Edward con una camiseta debajo de su remera y Emmett vestido casi de la misma forma…Alice tenia desde antes una ceja levantada, por eso hice que Edward perdiera sus pantalones.

“¡Es una trampa Jazz¡No muestres tu mano!” Gritó Alice. Sus manos volaron mientras trataba de tomar las cartas de Jasper, quien se rehusaba a dárselas. En cuestión de segundos, los dos estaban forcejeando en el suelo, “¡Diablos Jasper! Dame las maltitas cartas.” Gritó Alice.

“No Alice, tengo una buena mano, no voy a echarme atrás. Acepto la apuesta de Bella.” Una ola de tranquilidad se apodero de nosotros mientras trataba de quitarse a la pequeña Alice de su brazo para poder bajar las cartas.

“¡Léelas y llora, Bella! Full, reyes sobre dieces.” Lanzó Jasper. Sus ojos se clavaron en los míos y yo tuve que reaccionar inmediatamente. Aparté mis ojos de él y comencé a tratar de sentirme asustada para darle más confianza a Jasper antes de mostrarle mis cartas y aplastarlo. De alguna forma, me las ingenie para soltar lágrimas.

Ha y Edward dijo que no podía actuar. Pensé para mi misma cuando una lágrima rodó por mi mejilla. Alice me miraba atentamente, esperando el primer indicio de que estaba tendiéndole una trampa a Jasper. Miré a Edward, quien dulcemente me dijo “Bien, Bella ¿Que tienes?”

Suspiré pesadamente y comencé a bajar mis cartas una a una “No tengo mucho en realidad, la carta mas alta es este estúpido siete de espadas, todo lo demás es menor, mira un seis, cinco, cuatro y un tres. OH ¿Mencione que son todos de picas?”

La boca de Jasper se abrió de golpe “¿Tienes una escalera¿Una escalera de color? No puede ser…Edward hizo trampa¡Debió de darte alguna carta o algo!” Acusó Jasper mientras nos señalaba con su dedo.

“¡Realmente me ofende tu acusación! Carlisle ¿Hicimos algo en contra de las reglas? Esme tu siempre eres la jueza en estas cosas¿Edward y yo hicimos trampa?” miré a Esme por apoyo y una enorme sonrisa se formó en su rostro.

“Jasper, lo siento, pero no hicieron trampa. Solo has sido vencido, aplastado...por un humano debo añadir.” Esme comenzó a reírse de su broma.

“¡Vamos Jasper! Te dije que te estaban tendiendo una trampa. Edward y Emmett nunca usan tres pares de medias y dos camisetas debajo de las camisas. ¡Presta mas atención, hombre! Ahora tienes que desnudarte frente a toda la familia. Terminemos con esto, ponte de pie y quítate todo.” Dijo Alice sin sentir ni un poco de pena por su esposo. Podía sentir que estaba enfadada por no haber escuchado su advertencia, sus brazos estaban firmemente cruzados sobre su pecho y tenia un pequeño puchero mientras miraba a Jasper.

“Quítatelas, quítatelas” comenzó a aplaudir Emmett. Rosalie comenzó a tararear alguna canción de striptease para poner a Jasper a tono. Esme cubrió sus ojos, no queriendo ver el trasero de Jasper en su rostro. Edward temblaba de la risa, probablemente viendo los pensamientos que pasaban por la mente de Jasper en ese segundo. Yo, por mi parte, sentí que mis mejillas se encendían cuando mis ojos se encontraron con los de Jasper.

Al sentir mi vergüenza, hizo un rápido movimiento y decidió acrecentar el rubor de mi rostro, enviando olas de vergüenza por toda la casa. En cuestión de segundos, todos estábamos tan avergonzados que no podíamos ni mirarnos a los ojos, y teníamos nuestras cabezas agachadas, con nuestros ojos sobre nuestros regazos mientras jugábamos con nuestros dedos. El se acomodo en medio del grupo por los cinco segundos reglamentarios, pero nadie vio nada por que nos sentíamos demasiado avergonzados como para bromearle. Maldición Jasper...

Cuando finalmente comencé a sentirme aliviada de la vergüenza, era demasiado tarde. Moví mi cabeza solo para ver a un Jasper sin remera corriendo por las escaleras, Alice corría detrás de él actuando como un escudo humano para que nadie pudiera ver nada de su desnudo trasero mientras regresaban a su habitación.

“¡¡Cobarde!!” grito Edward cuando cerraron la puerta con fuerza.

Miré al resto de la familia quienes estaban tan enfadados con Jasper, como yo. “Bueno, eso no salio como lo planeado ¿Verdad?” dije tristemente. Mi plan había fallado, fracasado. Edward frotó mi espalda para hacerme sentir mejor, pero no estaba ayudando.

Miré a Rose, quien me guiñó un ojo y se palmó el costado de su cabeza, indicando que tenia una idea. Tendría que esperar hasta nuestra actividad a solas para saber cual seria el plan para vengarnos de Jasper. Solo podía imaginar que es lo que le haría...

Esme se llevó a Rosalie a la cocina con ella. Carlisle volvió a su despacho y yo bostecé. Antes de darme cuenta, me encontré entre los brazos de Edward, llevándome fuera de la sala familiar. Escuche a Emmett suspirar.

“Solo 20 horas mas. Dispárenme, por favor…” gruñó cuando Edward y yo nos dirigíamos escaleras arriba.

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